"Cuentame un Cuento"

Abrí la puerta y entré. Delante mía un río de fotos, fotos mías sonriendo, en blanco y negro, mis mejores fotos, mis favoritas. Lo seguí sin pensar, con los ojos empapados en lágrimas. Aquel era uno de esos momentos en los que rompes a llorar, en los que supe que, a pesar de ser mis últimos momentos de vida, estaba observando lo maravillosa que había sido, la cantidad de momentos felices que podía haber acumulado en mis años, esos que antes de mi cáncer, consideraba grises, inútiles. Rompí a llorar, y lo hice con una sonrisa que jamás había podido imaginar que dibujaría mi boca, caminé descalza por aquel manantial de instantáneas hasta encontrarme una nota encima de la mesa. Era su letra, nadie más que él, mis ultimos meses y alegrías fundidas en... él.
"Yo seré, si tu quieres, tu memoria, tu lector, el que te lea cada página de tu vida y te recuerde, cuando el cáncer te obligue a olvidar, lo imprescindible que fue y es tu vida para las demás almas. Lo que significas para muchas personas es, de manera inexplicable, algo que no percibes, pero algo que está ahi. Marta, eres historia viva, estás viva, más viva que nunca, y esta habitación va a ser el álbum de tus recuerdos. Siguelo hasta el final"
Aferré la nota contra mi pecho y continué sonriendo, llorando y sonriendo, y observando las fotos que iba pisando con mis pies. Mi primera fiesta con espuma, con cinco años. Recuerdo que a los quince me volví a hacer otra igual, ahí seguía viva, la vida era de colores, colores vivos y permanentes, la lluvia no los emborronaba jamás. Yo dándole de beber a un perro en una fuente, mi tarta de octavo cumpleaños, mi tío... el corazón me da un vuelco, mis abuelos, mi madre y yo jugando, la piscina, el jardín de la nana. Otra nota ante mí.
"Sigue caminando, luchando, nunca te pares, nunca frenes, nunca lo hagas porque hará lo mismo mi corazón. Si pasas la linea roja que hay a tus pies, habrás decidido pasar conmigo todo lo que te quede de increible vida, me habrás dado el premio de compartir contigo los momentos más felices que están por venir. Sino, seguiré en la sombra, susurrándote cada palabra que no recuerdes y cada instante que se borre de tu cabeza".
Sin pensar crucé la línea y ví sus pies detrás de la columna, y decidí no romper la magia, seguí el juego con mi gran sonrisa. Delante mía había una cajita, la abro. Dentro está un anillo, una sortija preciosa, y una nota doblada, por fuera pone "póntelo y léeme". La desdoblo con las manos temblorosas.

"Sé que odias los compromisos, los contratos de papel para sentimientos que no se pueden firmar; que son mucho más que una rúbrica y dos testigos, que dos anillos y cuatro palabras; pero es mi manera de decirte... que quiero casarme con tus recuerdos, contigo y tu corazón hasta que lo que sea que venga... nos separe.
Tu primer libro, el de las pequeñas historias para no dormir... ese del que ahora no recuerdas ni una sola, esas que pienso repetirte una y otra vez, las que haré que te den aliento para sonreir como seguro que ahora lo estás haciendo, te veo desde la retaguardia... fue lo más conmovedor que he podido leer, lo más sencillamente mágico que he sentido. Yo, Marta, yo soy ese de la primera historia que de haber podido soñar lo habría hecho contigo, el que echa de menos la marca de tu almohada en mi cara, el que en la tercera tiene miedo de sí mismo cada vez que se rinde a tus pies, el que te contará el espectáculo que provoca tu sonrisa, ese cursi escondido que sale a ver las estrellas con nosotros. Quiero ser la lista de tus olores favoritos, quiero ser el que te explique lo que es el amor hablando de tí, como en tu sexta historia, el que además de querer hacerlo contigo quiere quedarse para verte dormir, el que tiene en su retina tu imagen como si fuera un impacto de luz, como en la octava historia. Yo, Marta, yo... yo quiero ser el principio de tu final, y el final de todos tus días, el principio de cada mañana. Y te lo repetiré siempre, todas las veces que lo olvides, te recordaré a cada instante lo que quiero ser para tí.
Y aunque no lo recuerdes, a tu libro le faltaba un final... te presto este, porque no hay mejor historia ni mejor guión que el de tu vida".



FIN


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¿Os acordáis, hace unos meses cuando se me ocurrió la idea de este libro, aquel resumen que no sabía por donde coger y sacar una historia medianamente intrigante?
Pues hoy... hoy he decidido acabar con ese pequeñito sueño autobiográfico que aquel día decidí llamar "Cuéntame un Cuento", y este final, más bien el principio del final, me ha hecho romper a llorar.He llorado sin razón como hacía mucho que no lloraba, y al mismo tiempo, como la Marta de mi historia, he sonreido de felicidad.
El motivo no lo sé, ni me importa, hay demasiadas cosas en esta vida que jamás lograré explicar con palabras en ningún libro. Y me gusta que sean así, porque lo que las hace tan emocionantes es su magia.

2 comentarios :

  1. no he leido el resto de la historia, pero creo que este final es el mejor que podias haber escogido, o escrito mejor dicho.

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