Solo cinco minutos más (fragmento)
Ahí está, en silencio. Hace dos días luchó contra el primer y mayor dolor de su vida. Empezó a respirar por sí sólo y se despojó de protecciones. Pero ahí está. Acurrucado en su propio cuerpo, frágil y pequeño, durmiendo como si confiase enque el universo fuese su mejor amigo. Como si supiese que hay alguien aquí sentado observándole, alejando los monstruos.
Y yo, que llevo treinta años más que él luchando contra dolores menores que nacer, soy la que no puede cerrar los ojos y echarse a dormir sin que la cabeza desborde miedos y preocupaciones.
Cómo envidio su ignorancia. Su confianza ciega, su inocencia.
Su fragilidad es la mía. Su valentía es la mía. Él es el que está cuidándome a mí.
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