Durante mi vida he querido ser
cantante, cazadora de tesoros, mamá, payaso, gimnasta artística,
profesora de ajedrez, bruja, actriz, luchadora de taekwondo,
superheroina, cuidadora de monos, presentadora de un programa de música, violinista,
pianista, hermana, veterinaria, cuidadora de monos, fotógrafa...
Y durante toda esa vida de anhelos
varios, siempre perduró un objetivo sobre todos los demás:
arqueóloga.
Hoy por hoy soy una simple estudiante
de 5º de Historia del Arte, a la que le quedan unos cuantos créditos
para ser por fin una licenciada. Todavía no soy ni cazadora de
tesoros, ni mamá, ni hermana, ni violinista, ni tampoco cantante más
allá del terreno amateur de mi casa.
Pero soy lo que quiero ser, porque voy
camino de ser lo que siempre busqué ser. Yo misma.
Esté donde esté, haciendo lo que sea
que tenga que hacer para poder sobrevivir, aunque nada tenga que ver
con todas esas profesiones que alguna vez me parecieron el sueño de
mi vida; nunca dejaré de ser yo misma. Sin necesidad de etiquetas ni
de profesión.
Tengo los mejores amigos del mundo, y
los mejores enemigos también. Pero los primeros se hacen notar
siempre tanto que no noto a los segundos.
Tengo salud, estudio y trabajo en lo
que me llena. Y me siento tan afortunada que hace años que por mi
cumpleaños, cuando me preguntan en casa qué quiero de regalo,
siempre digo “nada”.
Porque no lo necesito, porque tengo
suficiente. Y porque el 3 de junio es cuando menos regalos recibo.
Gracias a los que me felicitan, a los
que me piensan y a los que me han hecho durante los 22 la chica que
ahora soy con 23, para bien o para mal.Ya sabéis que los balances no
son lo mío.
En fin, que ojalá este año siga
sintiéndome así de feliz.
(c) www.martasuarez.tk
No hay comentarios :
Publicar un comentario