No sabes lo que está lloviendo ahí fuera. Las gotas se reparten el cristal de la ventana y bailan resbalando por él hasta desaparecer. Creo que me voy a perder contándolas.
Cada una es un segundo en que me acuerdo de ti, así que cuenta con que lo he hecho ya infinitas veces esta noche.
Supongo que si no lloviese seguiría rememorándote, pero es la única manera que tengo de no volverme loco con el tic tac de un reloj que solamente me hace más lenta la suma de los segundos. De las gotas de lluvia sin ti.

eme.

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