Yo no jugaba para no perder, tú hacias trampas para no ganar... Yo no rezaba para no creer, tú no besabas para no soñar...
Y si te hubieras decidido por la otra puerta hubiera sido fácil destrozarme la cara con sonrisas.
Habría arropado a mil niños, hubiera dado gracias por el insomnio. Si no hubieras cruzado la calle, nos habríamos tropezado tantas veces en esta acera, que acabaríamos.
Pero tú no sabías agarrarme la mano y yo no quise dejarte volar los sábados. Pero si lo hubiéramos hecho... Si hubiésemos cedido, yo no hubiera tenido que pedir perdón por llegar tarde. Porque me mataría por llegar. Aunque la causa de todo esto simplemente es que, en realidad, llegué tarde.
Para conocer la verdadera historia... {El Rock'n Roll de los idiotas - Joaquín Sabina}
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