“Aunque no seas Sabina, ¿me prometes que me haras una canción?" (...)
Y entre sus brazos fui un niño perdido y entre sus piernas aprendi a sobrevivir...
Aprendí a separar la piel del corazón y las palabras valientes del miedo al desamor. Reconocí en sus ojos a los hombres que no quiso, los billetes que siempre prefirió no ganar. Me abrigaron sus sonrisas de catálogo, sus caricias a la carta. Sus tacones de ocasión.
Y conocí la historia de una mujer que un día fue niña. Y jugaba a ser mayor, a pintarse los labios y subirse en los zapatos más altos sin buscar trabajo, solo para ver si llegaba a la luna. Y jugaba a los médicos.
Pero la conocí como a la que se le pasaron las ganas de ser más muñeca, a la que obligaron a jugar a las mamás, a la que no compraba más que faldas y carmín, y no vendía más que sus piernas, en un escaparate de noches vacías. Los zapatos solo le daban dolor de pies, la luna se volvió inalcanzable.
Y aún así, sus risas inundaban el cuarto para quien dejara un billete en el tocador. Y me regalaba cada noche el amor de cartón más honesto que he comprado.
Para conocer la verdadera historia... {Puta - Luis Ramiro}(min 1:00)
No hay comentarios :
Publicar un comentario