Puntos en el universo

No sé porque te crees que este lugar es nuestro. No somos nadie. Aquí habrán ocurrido mil historias. O habrán empezado, o terminado. ¿Cuántos besos más se habrán dado aquí?

En este mismo banco más de un adolescente habrá deslizado su mano por la superficie fría hasta otra más caliente. Habrán pasado por aquí cientos de conversaciones y secretos. Quizás algún secreto de estado. Y ¿cuántos habrán escupido un puñal al otro en medio de la discusión más sucia de su vida?

Más de una cerveza habrá tenido en este cielo un paisaje de anuncio. En este mismo banco, un abuelo habrá tirado pan a las palomas, a la espera de lo que ya no deba esperarse por la edad. Dos fugitivos sin una guarida se habrán robado el sudor en estas tablas. La misma madera gastada, que ahora crees exclusiva de lo nuestro, un día habrá visto el sol reflejado en su barniz. Y otros necios como nosotros se habrán creído más por ser los primeros en sentarse sobre él. Alguien habrá dormido en él, abrazado a un recuerdo. Algún mendigo se acordará del frío de sus noches. Alguien se habrá despertado aquí con el único consuelo de arroparse en algo más que el suelo y sin saber qué hacía aquí.

Este paseo habrá servido de cómplice de algún robo, verdugo de alguna borrachera inconclusa a la que le faltaba un refugio. Seguro que guarda los gritos que nadie escuchó de alguien que pidió socorro. Se habrá mojado por el alcohol que alguien no alcanzó a usar en sus delirios y dolores. Se habrá secado al sol que quemó alguna espalda cargada de preocupaciones.

Tengo la certeza de que aquí alguien ha dicho su primer te quiero. Y otro alguien ha dado sus primeros pasos, ha dicho sus primeras palabras y más de uno habrá soltado sus primeras lágrimas de felicidad.
Más de uno habrá aprendido a patinar, a bailar, a saltar. Una bicicleta agradecida a este suelo habrá dado a un padre y su hijo un momento irrepetible. Alguien habrá paseado sin rumbo y este mar, este banco, le habrán dado un descanso.
Seguro que alguien mintió por última vez, o empezó a ser honesto consigo mismo tras observar este puerto. Se habrán dado noticias, se habrán descubierto nuevas vidas. Más de un poeta se habrá agarrado el estómago tras un vuelco, tras una brisa que le lanzase a las musas.

Somos tan solo puntos negros en la cara de un universo infinito. Este lugar será importante para todos los que hayan pasado por aquí, aunque no lo sepan. Aunque los crean fragmentos sin importancia, retazos de un momento fugaz.
Las historias no empiezan en una fecha del calendario, en un minuto, en un lugar ni en un beso. Las historias nacen antes de que nosotros sepamos siquiera que se están gestando.

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