Cuando todo estaba por estrenar entre nosotros llegó tu indecisión, oculta para mí hasta entonces. No supe reaccionar ni supe como hablar. Ya ni recuerdo qué dije. Solo sé que sentí y escribí, pues la vida nunca me ha dado segundas oportunidades para hablar.
Y tu hipocresía salió a flote en el mar de mentiras que habías creado, y se volvió un iceberg indestructible que acabó por hundir mi barco. Choqué de frente y tú miraste impasible mi dolor, calmado con mis preguntas y seguro de que querías hacerme daño.
No diste explicaciones y no apuraste respuestas que me pudieran confundir. Dejaste claro que yo no era nadie, solo un pasatiempo de dos meses y medio.
¿Porque no avisaste? ¿Porque no me explicaste que querías? ¿Porque mentiste si ahora portas la bandera de la total y relajada verdad? Iza, mejor, la del indeciso, del doble cara, del cobarte y perdedor. Porque aunque parezca yo la que perdí, gané. Y tú solamente perdiste por el camino de nuestra historia la poca valentía y sinceridad que llevabas encima el día que tropecé contigo.
Gracias por hacer que me dé cuenta de que “solo fue un sueño olvidado por aquella estrella fugaz”.
(c) www.martasuarez.tk
déjame decirte que con quince años ya escribías bien! yo el otro día volví a leer lo que escribí hace unos diez -doce años, fue divertido! volver a recordar lo que escribía entonces, fue revivir sensaciones. :)
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