Felicidades, papá

"¿Sabes qué? La mejor foto es aquella que está tomada con la cámara del corazón. No hay paso del tiempo ni agentes agresores que destruyan ese papel ni la carpeta "mis imagenes" de nuestro interior, ya que las fotos que guardamos en esos rincones del alma son totalmente indesctructibles".
Eso me contó un día, y no lo olvidaré jamás.

Yo soy hija única, pero tengo un hermano mayor, que a la vez es mi padre.
Me contó que nací a partir de un montón de barro. Él me moldeó, y con un secador (rowenta) me insufló la vida. Surrealista, ¿verdad? Pero seguro que vosotros no tendréis una historia del día que nacísteis mejor.
Llegó hace cuatro años, pero me lleva cinco. Es una historia tan especial, que jamás podría contárosla y hacer que la entendieseis de verdad.

La banda sonora de nuestra historia se basa en cincuenta telenovelas con pelo cardado y eses marcadas, cuatro conciertos de una boyband y la discografía de un mariachi.
La realidad se basa en doscientas cincuentamil sonrisas y setecientos momentos que todavía no os puedo contar: están por venir.

Como buen hermano mayor, y padre ejemplar, me ha enseñado a cruzar mirando a los dos lados, me ha hecho infinitas cosquillas y me ha llevado de paseo. Me ha limpiado las lágrimas con el puño de su camiseta, y con el tiempo he conseguido comprender que sus problemas siempre son mayores, como él, que los míos. Y lo ha calmado todo.

Él es mi amigo, sin palabras bonitas, sin tantos te quieros ni abrazos, con distancia, con silencios. Una amistad que nunca hizo falta recalcar, ni contar. Está ahí, siempre.
Y le necesito para sobrevivir. No hay más.

Feliz veinticinco cumpleaños, papá.

(c)marta.

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