hoy me vino a la mente el olor del cuello de mamá en los veranos, cuando yo era una niña. y el del pan de aquella panadería de la cuesta. el aroma a laurel del sótano de la casa y el del plástico de aquel cocodrilo hinchable que un día no se infló más. el de las manos del abuelo... las tormentas de verano, que tanto me gustaban. y contar las gotas de lluvia en la ventana, y el olor que se quedaba después al abrirla.
quizás la vida sea eso, volver a recordar los olores que te hacían feliz ayer, solamente los olores. y no escuchar, saborear, ni tocar, ni ver lo malo de hoy.

(c)marta

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