el dolor más grande que jamás he sufrido fue el que sentí ese día. aprender a odiar gracias la persona que más has amado nunca, duele como nada puede dolerte. porque mientras sientes unas ganas infinitas de besarle y abrazarle, también deseas patearle el estómago. susurrarle que le quieres y luego gritarle porqué decidió destrozarte la vida.
y en ese preciso momento, como dicen en una película, "llegan a traición los recuerdos", se te acumulan con ese cóctel explosivo de sentimientos y lloras hasta que se te secan los ojos, mientras le insultas en alto, encogida en una esquina de tu cama, la misma que te vio reir con él no hace mucho. no sabes porqué te tiene que pasar a ti, porqué no puedes pensar en otra cosa, porqué te tuviste que enamorar, en qué preciso momento perdiste el control sobre ti misma para que dependieses de otra persona, alguien que ni siquiera se enteró de todo lo que habías depositado en ella.
y entonces, cuando menos lo esperas, tus ojos estan otra vez preparados para llorar.

(c) marta.

1 comentario :

  1. ola. si que es dura esa sensación. y es una putada (con todas las letras). Llorar no está mal, es una forma de deshaogarse.
    no puedo darte ningun consejo, porque cada situación/persona es diferente. Sólo que el tiempo curará tus heridas( típico, verdad?) :)

    pd: hacia tiempo q no pasaba x aquí, t ha quedado bonito l blog.

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