Aquellos placeres que hacen que uno se sienta culpable.
En mi caso no existe culpabilidad, pero sí placeres de los que no sentirse tan orgullosa como para alardear de ello.
- No puedo evitar devorarme series adolescentes sin ningún tipo de argumento ni fin imprevisible, más bien todo lo contrario. Esas son series tales como Los Hombres de Paco (y para más inri, dejé de verla cuando se fue el guapo, anda que no tengo delito...), O.C., El Internado y demás basura con acné y poca filosofía. Tambien me devoré en su día Compañeros y Dawson Crece, pero debido a que en aquel entonces no era ni siquiera adolescente, no puede considerarse algo friki en ello, ya que eran demasiado trascendentales para mi cerebelo no desarrollado.
- Alardeo de escuchar música inteligente, rara y de letras tan profundas como la palabra subsuelo; pero a la hora de la verdad, las latas de caramelos y las carpetas con la cara de Chenoa y Bustamante, mis viajes a ver a grupos como d’NASH y mis listas de reproducción de Backstreet Boys me delatan un poquito xD
- Amo cantar en la ducha, y antes también me dedicaba a bailar (o algo parecido), hasta que descubrí lo peligroso de los movimientos, y ahora canto. Lo hago peor imposible, y no lo entiendo con todo lo que ensayo.
Al fin y al cabo todos tenemos agujeros negros en nuestra vida social, y yo creo que necesito un exfoliante bastante potente para eliminar todos los míos. Qué le vamos a hacer, la vena friki ataca cuando menos lo esperas xD
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