Ganas

Qué ganas de abrazarte. Qué ganas de subirme por las paredes pensando en todas las veces que voy a evitar parpadear para no perderme tus momentos de respiración acelerada, entre carcajadas.
Qué ganas de apagar la rutina a gritos, y decirte que eres un estúpido, por no decir nunca nada; y por decir todo de golpe y mal.

Quiero llenarme de gritos o de caricias, de susurros o de golpes en la mesa. Hoy tengo ganas de tí, a secas, sin más. Me da igual si es en pastillas, en sobres o en vena: sobredosis de tu presencia.

(c)martasuárez.

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