Sueña, mi Luna, sueña como antes lo hacías entre los acordes de tu guitarra. Despierta o dormida, da igual, pero sueña sin cesar. Porque en el momento en que paramos de hacerlo, en que abrimos los ojos, dejamos mustias todas las hojas de un árbol de proyectos que estaban sin concluír.
Esta noche es especial, es la última o la primera, depende como te lo tomes. Tengo muchas cosas que contarte, pero lo haré después del postre, y después de ver tu regalo. El mío está dentro de este paquete, y es un libro de recuerdos que te va a encantar. Sí, sí, un libro de recuerdos. ¿A que suena a locura?
También lo parecía nuestra historia, y míranos.
También lo parecía nuestra historia, y míranos.
Dibujando la Luna (c) Marta Suárez.
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